Costa-Gavras es un grandísimo director que nada tiene que envidiar al pelma de Malick ni a muchos otros superprotegidos del sistema.
Dice el señor Costa-Gavras que “todos somos rehenes de esta desgracia global” y si no te gusta este glorioso retrato de lo absurdo que nos toca vivir, es porque ya no eres capaz de sacarle punta a la desgracia para dibujar una mueca en forma de sonrisa.
Adoro el cine de Ang Lee,que me ha aportado muchas cosas durante toda su filmografía, pero sinceramente no encuentro, ni he sentido, el entusiasmo que despierta esta cinta.
Arranca para mi muy bien con una promesa de...cualquier cosa menos un festival visual y ...ya.