Señores que actúan de modo mediocre y aspiran a ser directores de cine imitando a directores de cine europeos pero terminan haciendo cine americano de ese: del malo, del infumable, del propagandístico, vacío y engañoso.
Lo único que tiene de bueno esto, por sacarle algo bueno, son los diez minutos en los que se puede disfrutar de ver a Cate Blanchett.
George querido: déjalo. O haz castings!! Eso parece que se te da mejor.