Es sorprendente que una película que le dá más importancia a las perspectivas que a las actuaciones pretenda hacernos recuperar así la ilusión por la magia del cine.
Sorprendente también que Ben Kingsley esté más viejo cuando aparece como joven gracias a un nefasto maquillaje, eso sí que es magia.
Sorprendente el cartelito que nos recuerda a los que tenemos la suerte de haber crecido con esa magia del cine en blanco y negro al inmenso Harold Lloyd en esa mitificada escena del reloj.
Señor Scorsese: Si todo lo que hemos conseguido en un siglo de arte cinematográfico es poner las cosas en perspectiva mejor vamos cerrando el chiringuito.
Sorprendente también que Ben Kingsley esté más viejo cuando aparece como joven gracias a un nefasto maquillaje, eso sí que es magia.
Sorprendente el cartelito que nos recuerda a los que tenemos la suerte de haber crecido con esa magia del cine en blanco y negro al inmenso Harold Lloyd en esa mitificada escena del reloj.
Señor Scorsese: Si todo lo que hemos conseguido en un siglo de arte cinematográfico es poner las cosas en perspectiva mejor vamos cerrando el chiringuito.
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