Michael Haneke nos enseña al fin y no como hasta ahora lo que es el amor. Ese, el de verdad, el imposible de reflejar si no es con esta simpleza tan pura, tan detallada, tan noble como el amor.
Sólo el señor Haneke podría representar esta historia tan terriblemente hermosa.
Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva e Isabelle Huppert excepcionales.
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